La adolescencia, esa travesía entre la infancia y la vida adulta, es un viaje lleno de desafíos y descubrimientos. En este periodo de cambios, comprendemos que no es sencillo ser joven. La identidad se forma, las emociones fluctúan y las relaciones se transforman. En este contexto, la terapia para adolescentes se convierte en un faro de apoyo, guiándolos a través de esta etapa crucial para que consoliden su personalidad y se conviertan en adultos realizados.
En nuestra práctica, reconocemos que los adolescentes enfrentan situaciones que, a menudo, generan malestar. La presión académica, la búsqueda de la identidad, la gestión de las emociones y las relaciones sociales son solo algunas de las áreas que pueden ser especialmente desafiantes. A través de la terapia, brindamos a nuestros jóvenes las herramientas necesarias para manejar estos desafíos, promoviendo la autoexploración y la toma de decisiones informadas.